¿Por qué Un Toque de Candela?

"Te fuiste con un puñado de especias

Una sombra en el bazar

Derramaste sal por mi camino

Para encontrarte en lugares secretos.

Pimienta, canela y un beso

La receta se esconde el el desván"

Un toque de canela de Tassos Boulmetis (2004)

Canela. Este ingrediente secreto en las albóndigas consigue trasladarme directamente de la mirada triste y profunda de Fanis adulto a la sonrisa de la joven Siame bailando en el desván. Junto a esta deliciosa película, mi curiosidad e interés por los aromas, sabores y matices que brinda la gastronomía, afloran considerablemente.

Me llamo Carla, soy trabajadora social por vocación y cocinera de amigos/as y familia por pasión. Siempre que algún amigo/a va a realizar una comida en su casa, recibo una llamada con el habitual: "Carla, dime alguna idea de las tuyas de entrante, por favor.", "De plato principal, ¿con qué podría sorprender? " o bien, "Y de guarnición, ¿qué se te ocurre?". Y así de simple empieza a surgir la idea de compartir públicamente una de mis aficiones, mezclando la gastronomía con las ganas de escribir, de cuidar la fotografía y, en definitiva, de crear un espacio donde mostrar un pedacito de mi mundo. Ahora tengo la certeza de que en él encontrarán deliciosas sorpresas con ese toque especial que intento darle siempre a mis platos, a través de la reinterpretación y reinvención de recetas sencillas y tradicionales.

Después de la calurosa insistencia de mis seres queridos para que me adentrara en el desconocido mundo del blog, me decido finalmente a abrir las puertas e inauguro hoy, con muchísima ilusión, este espacio en donde pretendo compartir con ustedes este trocito apetitoso de mí.

Esto suena muy bien pero, ¿por qué Un Toque de Candela? En mi caso, descubrirán que no hay ingredientes secretos. Prometo explicar al detalle todas y cada una de las recetas y contestar a cualquier duda que pueda surgirles. Lo que sí es esencial en ellas es ese toque de Candela, una luz única y especial que me acompaña desde hace dos años en forma de ricitos rubios, mirada turquesa y sonrisa infinita. 

Hechas las presentaciones y descubierto el guiño a mi hija, nos ponemos ya manos a la obra o, mejor dicho, ¡manos a la masa!