¡Muy buenos
días a tod@s!
Esta semana ha empezado algo fuerte por la ola de calor que está asolando desde el Lunes pero vamos a intentar, con estas suculentas y fresquitas recetas, terminarla lo mejor posible.
Esta semana ha empezado algo fuerte por la ola de calor que está asolando desde el Lunes pero vamos a intentar, con estas suculentas y fresquitas recetas, terminarla lo mejor posible.
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| Foto tomada del Facebook del restaurante Nautilo |
Hoy quiero hablarles de un restaurante al que fui el fin de semana pasado y merece una
especial mención en esta entrada por la relación que guarda con los platos que
aquí propongo.
Muchos amigos/as me llaman no sólo para preguntarme recetas e ideas, sino también para que les recomiende un restaurante, o algún local nuevo que haya descubierto y me haya encantado. Para mí es ya habitual recibir un WhatsApp o llamada preguntándome: "Carla, hoy tengo una cenita especial, ¿a dónde nos aconsejas ir para cambiar un poco?"
Muchos amigos/as me llaman no sólo para preguntarme recetas e ideas, sino también para que les recomiende un restaurante, o algún local nuevo que haya descubierto y me haya encantado. Para mí es ya habitual recibir un WhatsApp o llamada preguntándome: "Carla, hoy tengo una cenita especial, ¿a dónde nos aconsejas ir para cambiar un poco?"
El 90% del alma de un restaurante se basa en el trato con el cliente, las relaciones públicas y una buena atención (el 10% restante lo dejo para la subjetividad de cada uno), mientras que el 90% del cuerpo es, sin duda alguna, su cocina (el 10% restante es la relación calidad-precio). Gracias a un magnífico y equilibrado tándem entre estos dos conceptos, el restaurante Nautilo cumple a la perfección con dicha aritmética gastronómica.
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| Foto tomada del Facebook del restaurante Nautilo |
La
atención, la cercanía y la sonrisa de su dueño Rafa, hacen de este
pequeño espacio un segundo hogar para los clientes. Digo pequeño espacio, porque a lo sumo tendrá unas diez mesas, más dos
barriles. La cocina de este acogedor local queda descubierta para los ojos más curiosos, separada únicamente por una mampara de cristal.
A todos a
quienes he animado a ir no sólo les ha gustado, sino que han repetido. Su
ubicación es fantástica pero si no te la cuentan, puede pasar desapercibida ya
que se encuentra en una calle perpendicular al paseo de Las Canteras, al lado
del Auditorio Alfredo Kraus.
La base
del éxito del Nautilo es que todo es fresco y si no está fresco, se borra de la
pizarra. ¡Es un pequeño paraíso para todo buen amante del pescado! Podemos
encontrar platos tan curiosos como el cuscús con lomo de medregal, el parmentier
de cherne, los langostinos al estilo Thai, crema fría de melón con vieiras y un largo
etcétera de placeres para el paladar. Otro punto a su favor, es su fuerte apuesta
por la variedad de vinos. Tiene desde vinos chilenos a canarios, pasando por Argentina, Italia, entre
otros.

Vamos a empezar inaugurando la cocina de hoy con este manjar tan sencillo de hacer y apto para cualquier bolsillo.
Antes de
comenzar con la explicación, recordarles que ya en otro post nombré la
diferencia entre usar atún o bonito. Este segundo, es mucho más económico y
queda igual de rico en las recetas. Si quieren, hagan la prueba y decidan por
ustedes mismos con cual se quedan partiendo del importante concepto “calidad-precio”.
Aquí, una foto tomada hoy del atún y del bonito en el mercado.
TATAKI DE
ATÚN CON SALSA AGRIDULCE PICANTE
Ingredientes
1 lomo de
bonito
Semillas de
sésamo crudas
Pipas variadas de calabaza y girasol
Para la
salsa agridulce
4
cucharadas de salsa de soja
4
cucharadas de zumo de naranja
1
cucharada de mostaza de dijon
1
cucharada de miel
1
cucharadita de jengibre rallado
½ cucharadita
de pimienta roja o guindilla picada
Elaboración
1. Embadurnamos
el lomo de bonito con el sésamo y las pipas para que se adhiera a la carne.
2. Lo
marcamos en la plancha unos 30 segundos por cada lado. El éxito del Tataki es
que se trata de un plato crudo, excepto el borde. Hay que ir girando el lomo
por la plancha de tal forma que quede el exterior de nuestro bonito crujiente,
las semillas se sésamo doradas y el interioro completamente crudo, manteniendo
todas sus propiedades.
3. Reservamos
y partimos con un buen cuchillo lonchas finas.
4. Acompañamos
con la salsa que se obtiene, mezclando todos los ingredientes en un cuenco.
¡Ya está
listo para comer! Se puede servir con unas verduras, yo he optado esta vez por puerro
salteado y calabacín a la plancha, o con un poco de lechugas variadas bien
fresquitas.
PAPILLOTE
DE ATÚN CON PAPAS Y VERDURITAS AL JENGIBRE
Para quienes
no conozcan esta técnica de cocina, les comento que se basa en la cocción de un
alimento en un envoltorio resistente al calor (papel de aluminio o papel de
horno). Se trata de un plato sumamente ligero ya que los ingredientes (pescados
y verduras) se cocinan cerrados herméticamente en el interior del envoltorio,
al vapor. No ensuciamos nada y es una original forma de encontrar un pescado dentro
de un paquetito.
Ingredientes
para un paquete (por persona)
1 filete
de atún fresco
1/3 de
puerro
1 tallo
de un apio
½ zanahoria
1 papa
pequeña (opcional)
1 trocito
de jengibre
Zumo de limón
Aceite de
oliva virgen extra
Sal y
pimienta
Elaboración
Antes que
nada, he de decir que este plato no requiere de sartenes, ni calderos ya que se
caracteriza por poner todos los ingredientes en un envoltorio, cerrar y al
horno. Lo que pasa es que al usar atún, y debido a que a mí este pescado me gusta casi crudo, salteé
las verduras un minuto antes de meterlas al horno, así como cocí papas en
rodajas 5 minutos. Pero cuando he hecho papillote de salmón, de merluza, de
corvina, o de otros pescados, lo coloco todo crudo y dejo que se haga bien con
el vapor en el horno (unos 20 minutos, hasta que el papel se infle).
1. En esta
ocasión, cortamos las verduras en julianas y salteamos medio minuto.
Reservamos.
2. Cocemos 5
minutos una papa pequeña en láminas finas. Reservamos.
3. Sobre el
papel de aluminio colocamos una base de papas, encima el filete de atún y por
último, las verduras.
4. Rallamos
jengibre y espolvoreamos para que tome el aroma al hacerse en el horno.
Añadimos un chorro de aceite de oliva, zumo de limón y salpimentamos.
5. Cerramos
muy bien el paquete. Este paso es importantísimo ya que tiene que quedar
completamente hermético, si no, se escaparía el vapor y no se cocinaría con
todos los aromas concentrados.
6. Metemos
en el horno precalentado a 180ºC, unos 10 minutos (¡ya que me gusta el atún
poco hecho!)
Sacamos
del horno y lo servimos cerrado para que cada comensal abra su paquetito y se
impregne de los aromas al desenvolverlo.
Nota
La única
dificultad que tiene este plato es que cocinamos a ciegas. No se puede abrir el
envoltorio para comprobar si ya está en su punto, pero de ahí la importancia en
confiar en nuestra intuición, en cortar las verduras muy finitas y en toparnos
con nuestra mejor maestra de la cocina: el ensayo y error ;) No dejen de
intentarlo, porque en 20 minutos pueden tener un plato saludable, sin ensuciar
absolutamente nada y de lo más original y divertido.
Feliz
semana a tod@s y recuerden: arriesguen, mezclen, prueben, innoven y atrévanse a
fallar. ¡Es la mejor forma de aprender y crecer!





Una vez más: me encanta tu blog! Estuve en el Nautilo cenando una vez y es tal cual lo describes. Me he animado a volver, que tiendo a ir a los mismos sitios y merece la pena acercarse a probar nuevas cosas. Deseando ver la próxima entrada ya, jajaja. Besitooossssss
ResponderEliminarMuchas gracias, Silvia! Pronto publicaré la nueva entrada con más recetas y seguiré recomendando sitios ricos de la isla que se merecen ese "boca a boca" que tan bien funciona ;) besitos de vuelta!
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