miércoles, 8 de julio de 2015

Del mar a la mesa

¡Muy buenos días a tod@s!
Esta semana ha empezado algo fuerte por la ola de calor que está asolando desde el Lunes pero vamos a intentar, con estas suculentas y fresquitas recetas, terminarla lo mejor posible.

Foto tomada del Facebook del restaurante Nautilo
Hoy quiero hablarles de un restaurante al que fui el fin de semana pasado y merece una especial mención en esta entrada por la relación que guarda con los platos que aquí propongo.
Muchos amigos/as me llaman no sólo para preguntarme recetas e ideas, sino también para que les recomiende un restaurante, o algún local nuevo que haya descubierto y me haya encantado. Para mí es ya habitual recibir un WhatsApp o llamada preguntándome: "Carla, hoy tengo una cenita especial, ¿a dónde nos aconsejas ir para cambiar un poco?" 

El 90% del alma de un restaurante se basa en el trato con el cliente, las relaciones públicas y una buena atención (el 10% restante lo dejo para la subjetividad de cada uno), mientras que el 90% del cuerpo es, sin duda alguna, su cocina (el 10% restante es la relación calidad-precio). Gracias a un magnífico y equilibrado tándem entre estos dos conceptos, el restaurante Nautilo cumple a la perfección con dicha aritmética gastronómica.

Foto tomada del Facebook del restaurante Nautilo
La atención, la cercanía y la sonrisa de su dueño Rafa, hacen de este pequeño espacio un segundo hogar para los clientes. Digo pequeño espacio, porque a lo sumo tendrá unas diez mesas, más dos barriles. La cocina de este acogedor local queda descubierta para los ojos más curiosos,  separada únicamente por una mampara de cristal.
A todos a quienes he animado a ir no sólo les ha gustado, sino que han repetido. Su ubicación es fantástica pero si no te la cuentan, puede pasar desapercibida ya que se encuentra en una calle perpendicular al paseo de Las Canteras, al lado del Auditorio Alfredo Kraus.

La base del éxito del Nautilo es que todo es fresco y si no está fresco, se borra de la pizarra. ¡Es un pequeño paraíso para todo buen amante del pescado! Podemos encontrar platos tan curiosos como el cuscús con lomo de medregal, el parmentier de cherne, los langostinos al estilo Thai, crema fría de melón con vieiras y un largo etcétera de placeres para el paladar. Otro punto a su favor, es su fuerte apuesta por la variedad de vinos.  Tiene desde vinos chilenos a canarios, pasando por Argentina, Italia, entre otros. 

Como les decía, este fin de semana tuve el placer de llevar a mi suegro (me gané otro punto con la familia política a través del estómago jeje) y a unos amigos que no habían estado. Quedaron realmente encantados, sobre todo con su plato estrella: el tataki de atún. Así que ya tienen plan para probar un sitio diferente para el finde, no les defraudará ;)


Vamos a empezar inaugurando la cocina de hoy con este manjar tan sencillo de hacer y apto para cualquier bolsillo.

Antes de comenzar con la explicación, recordarles que ya en otro post nombré la diferencia entre usar atún o bonito. Este segundo, es mucho más económico y queda igual de rico en las recetas. Si quieren, hagan la prueba y decidan por ustedes mismos con cual se quedan partiendo del importante concepto “calidad-precio”. Aquí, una foto tomada hoy del atún y del bonito en el mercado.






TATAKI DE ATÚN CON SALSA AGRIDULCE PICANTE



Ingredientes
1 lomo de bonito
Semillas de sésamo crudas
Pipas variadas de calabaza y girasol

Para la salsa agridulce
4 cucharadas de salsa de soja
4 cucharadas de zumo de naranja
1 cucharada de mostaza de dijon
1 cucharada de miel
1 cucharadita de jengibre rallado
½ cucharadita de pimienta roja o guindilla picada

Elaboración
1. Embadurnamos el lomo de bonito con el sésamo y las pipas para que se adhiera a la carne.
2. Lo marcamos en la plancha unos 30 segundos por cada lado. El éxito del Tataki es que se trata de un plato crudo, excepto el borde. Hay que ir girando el lomo por la plancha de tal forma que quede el exterior de nuestro bonito crujiente, las semillas se sésamo doradas y el interioro completamente crudo, manteniendo todas sus propiedades.
3. Reservamos y partimos con un buen cuchillo lonchas finas.
4. Acompañamos con la salsa que se obtiene, mezclando todos los ingredientes en un cuenco.

¡Ya está listo para comer! Se puede servir con unas verduras, yo he optado esta vez por puerro salteado y calabacín a la plancha, o con un poco de lechugas variadas bien fresquitas.


PAPILLOTE DE ATÚN CON PAPAS Y VERDURITAS AL JENGIBRE


Para quienes no conozcan esta técnica de cocina, les comento que se basa en la cocción de un alimento en un envoltorio resistente al calor (papel de aluminio o papel de horno). Se trata de un plato sumamente ligero ya que los ingredientes (pescados y verduras) se cocinan cerrados herméticamente en el interior del envoltorio, al vapor. No ensuciamos nada y es una original forma de encontrar un pescado dentro de un paquetito.

Ingredientes para un paquete (por persona)
1 filete de atún fresco
1/3 de puerro 
1 tallo de un apio
½ zanahoria
1 papa pequeña (opcional)
1 trocito de jengibre
Zumo de limón
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta

Elaboración
Antes que nada, he de decir que este plato no requiere de sartenes, ni calderos ya que se caracteriza por poner todos los ingredientes en un envoltorio, cerrar y al horno. Lo que pasa es que al usar atún, y debido a que a  mí este pescado me gusta casi crudo, salteé las verduras un minuto antes de meterlas al horno, así como cocí papas en rodajas 5 minutos. Pero cuando he hecho papillote de salmón, de merluza, de corvina, o de otros pescados, lo coloco todo crudo y dejo que se haga bien con el vapor en el horno (unos 20 minutos, hasta que el papel se infle).

1. En esta ocasión, cortamos las verduras en julianas y salteamos medio minuto. Reservamos.
2. Cocemos 5 minutos una papa pequeña en láminas finas. Reservamos.
3. Sobre el papel de aluminio colocamos una base de papas, encima el filete de atún y por último, las verduras.
4. Rallamos jengibre y espolvoreamos para que tome el aroma al hacerse en el horno. Añadimos un chorro de aceite de oliva, zumo de limón y salpimentamos.
5. Cerramos muy bien el paquete. Este paso es importantísimo ya que tiene que quedar completamente hermético, si no, se escaparía el vapor y no se cocinaría con todos los aromas concentrados.
6. Metemos en el horno precalentado a 180ºC, unos 10 minutos (¡ya que me gusta el atún poco hecho!)
Sacamos del horno y lo servimos cerrado para que cada comensal abra su paquetito y se impregne de los aromas al desenvolverlo.

Nota
La única dificultad que tiene este plato es que cocinamos a ciegas. No se puede abrir el envoltorio para comprobar si ya está en su punto, pero de ahí la importancia en confiar en nuestra intuición, en cortar las verduras muy finitas y en toparnos con nuestra mejor maestra de la cocina: el ensayo y error ;) No dejen de intentarlo, porque en 20 minutos pueden tener un plato saludable, sin ensuciar absolutamente nada y de lo más original y divertido.

Feliz semana a tod@s y recuerden: arriesguen, mezclen, prueben, innoven y atrévanse a fallar. ¡Es la mejor forma de aprender y crecer!








2 comentarios:

  1. Una vez más: me encanta tu blog! Estuve en el Nautilo cenando una vez y es tal cual lo describes. Me he animado a volver, que tiendo a ir a los mismos sitios y merece la pena acercarse a probar nuevas cosas. Deseando ver la próxima entrada ya, jajaja. Besitooossssss

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    1. Muchas gracias, Silvia! Pronto publicaré la nueva entrada con más recetas y seguiré recomendando sitios ricos de la isla que se merecen ese "boca a boca" que tan bien funciona ;) besitos de vuelta!

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